Sobre Median T la Danza
Median T la Danza es una asociación sin ánimo de lucro que diseña, implementa y evalúa
iniciativas socioartísticas para fomentar una sociedad más justa y colaborativa.
Se trata de proyectos socioeducativos donde, a través de diferentes ejercicios de movimiento e iniciando conjuntamente un proceso creativo, se trabajan aspectos como la confianza, la escucha, la cohesión del grupo, la comunicación, la vulnerabilidad o la gestión emocional siempre desde una perspectiva inclusiva, crítica y feminista.
Nuestras intenciones
Mediante la Danza
"Recuperamos el cuerpo como fuente de aprendizaje"
¿Por qué lo hacemos?
Acompañamos a personas y grupos diversos (especialmente aquellos que se encuentran en situación de vulnerabilidad) a través de la danza. Los objetivos que guían nuestro trabajo son:
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Garantizar el derecho a la participación cultural de la ciudadanía (especialmente a aquellas personas que sufren más desigualdades) a través del acercamiento a la expresión artística.
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Desarrollar las habilidades personales utilizando el cuerpo como fuente de enseñanza y aprendizaje, generando procesos de autoconocimiento.
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Promover las habilidades sociales a través de la práctica artística en grupo desde una mirada colectiva y poniendo en el centro los cuidados.
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Contribuir al desarrollo social comunitario vinculando a los diferentes agentes socioeducativos del territorio a través de su participación en proyectos culturales.
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Visibilizar el potencial de la práctica artística comunitaria en el ámbito socioeducativo a través de su formación a profesionales.
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Acercar las artes escénicas a la población joven a través de la realización de espectáculos en centros educativos acompañados de diversas actividades con las artistas.
¿Cómo lo hacemos?
Somos un proyecto fundamentado en los ámbitos de la educación social y la pedagogía que busca incidir en tres dimensiones: persona, grupo y comunidad. Las artes escénicas nos permiten explorar nuestras emociones y la forma en que nos relacionamos con las demás de una forma sutil y poco invasiva, a la vez que actúa como un espejo de la sociedad. Nuestra mirada se centra en los procesos socioeducativos concibiendo la danza como una estrategia, un vehículo que nos
permite abordar aspectos complejos a través de prácticas corporales concretas.
Median T la Danza plantea, pues, un espacio de reflexión y diálogo a través de dinámicas de movimiento sencillas. Se trata de un proceso de duración variable (en función de las necesidades del grupo destinatario) en el que la escucha, el contacto, el consentimiento, la confianza, los límites y la comunicación son aspectos fundamentales. Buscamos empoderar a los y las participantes, haciéndolas protagonistas de su proceso de enseñanza y aprendizaje. Un proceso que va mucho más allá de las sesiones y que acaba por generar cambios significativos en las personas participantes y en los
sus propios entornos.
Para ello utilizamos dinámicas que provienen de las danzas y la cultura urbana, la danza contemporánea, el teatro del oprimido o la expresión corporal seguidas de un proceso de reflexión y transferencia. El grupo tiene un papel crucial en todo el proceso, ya que es en la interacción con las otras en las que se produce el aprendizaje.
¿Desde dónde lo hacemos?
Feminismo: tener una mirada crítica hacia las desigualdades por razón de género, orientación sexual, cultura, etnia, clase social, etc. y conciencia de la interseccionalidad de todos estos ejes de opresión.
Comunidad: poner énfasis en lo que nos une y reivindicar el valor del hecho colectivo como herramienta con un gran potencial para el aprendizaje y la transformación social.
Honestidad: transparencia en todo lo que realizamos como entidad e individualmente. Entendemos ese valor como una forma de ser respetuosas con el otro y coherentes con nosotros mismas.
Cuidados: entender la importancia de cuidar y cuidarnos, de esta tarea en muchos momentos invisible que sustenta todo lo que hacemos y construimos. Queremos poner la vida en el centro de nuestra práctica y las decisiones que tomamos.
Pasión: disfrute y confianza plena en lo que hacemos. Dar lo mejor de nosotros mismos para transmitir nuestro mensaje a las personas con las que interactuamos.
Vivimos en una sociedad que prioriza la parte racional y cognitiva sobre cualquier aprendizaje derivado de la parte física, emocional o intuitiva. Nos hemos desconectado de nuestro cuerpo, hemos dejado de aprender de él y nos hemos limitado a juzgarle como un bien de consumo.
Cada vez estamos más aisladas con menor capacidad de acción. Necesitamos colectivizar nuestros malestares para dar respuesta conjunta que nos permita reducir las desigualdades y opresiones que operan en este sistema.
Con las artes escénicas conseguimos que emerjan todas aquellas frustraciones, inquietudes y creencias para trabajarlas de una manera sutil, profunda y colectiva. Posibilitamos un espacio grupal de análisis crítico que nos permite continuar desarrollando aquellas habilidades necesarias para afrontar los retos que se nos plantean a diario. Y lo hacemos devolviendo el poder al grupo, anteponiendo lo colectivo, común y social, evidenciando la interdependencia y poniendo en el centro los cuidados.